Había una vez un rey y este rey tenía un ciervo. Este ciervo era muy particular porque él siempre decía a todo “Dios todo lo hace perfecto” esa era su respuesta para todo.
Un día se fue el rey con el ciervo a cazar y cuando estaban cazando, salió un león feroz y este león ataco al rey, cuando estaba atacando al rey el ciervo trato de hacer todo lo que pudo y mato al león. Pero el león se le comió un dedo al rey.
El rey se puso furioso, llego al castillo y no entendía que era lo que estaba pasando ¡estaba furioso! y el ciervo le decía “es que Dios todo lo hace perfecto su majestad” y el rey dijo “llévense a ese ciervo al calabozo”
El rey no tenía palabras para la furia que tenía.
Al pasar unos días el rey se fue otra vez a cazar, pero esta vez sin el ciervo, porque el ciervo estaba en el calabozo.
Mientras el rey estaba cazando, llego una tribu salvaje y lo atrapo, se lo llevaron y lo iban a sacrificar, lo tenían en un altar y ya lo iban a sacrificar cuando en ese momento todas esas personas de la tribu se dieron cuenta que al rey le faltaba un dedo y dijeron “no, esta persona no está completa, no se puede sacrificar” y lo soltaron.
El rey se fue corriendo para el castillo y quedo feliz.
Fue a donde el ciervo y le dijo “¿mire lo que paso? Si no me hubieran quitado este dedo me habrían matado, usted tiene razón es que Dios todo lo hace perfecto” y continúo diciéndole “¿pero entonces yo ya no entiendo una cosa? ¿si Dios lo hace todo perfecto, por qué es que usted está aquí en el calabozo? ¿por qué es que Dios dejo que yo lo metiera en el calabozo?”
El ciervo le dice “señor rey, si usted no me hubiera metido en el calabozo yo me hubiera ido hoy a cazar con usted y nos hubieran atrapado la tribu de salvajes, a usted lo hubieran soltado porque le falta un dedo y a mí me hubieran comido ¡Dios todo lo hace perfecto!”
Moraleja: Muchos días tenemos muchísimas situaciones negativas, pero acuérdate todo en la vida pasa con un propósito, no te preocupes de hoy, el mañana va a ser un mañana espectacular lleno de triunfos y lleno de éxitos.
Espero que esta historia haya dejado una huella en tu vida. Con cariño Guillermo Zuluaga.