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El Vaso

Esta es la historia de un grupo de estudiantes en la universidad, este grupo de estudiantes se encontraban en clase de psicología.

De repente el profesor se levanta y levanta un vaso medio lleno de agua, se los muestra a los estudiantes y les pregunta “¿Cuál es el peso de este vaso?” todos los estudiantes en realidad pensaban que les iba a preguntar alguna otra cosa, pero no esperaban esa pregunta.

Todos empezaron a responder “200 gramos” “300 gramos” “150 gramos” en fin, lo que todo el mundo piensa, el profesor les dice “no estoy hablando del peso absoluto del vaso, no estoy hablando del peso físico de este vaso, el ejercicio que quiero que hagamos hoy es ¿Cuál es el peso percibido de este vaso?”

Todos los estudiantes empezaron a pensar “pero ¿cuál? ¿qué quiere decir el profesor?”

Entonces el profesor empieza a explicar “si yo tengo este vaso en la mano y lo levanto por unos minutos, de pronto si pesa 200 gramos, no pesa nada. Si lo levanto por una hora completa de pronto siento que el vaso pesa 5 libras y ya el brazo me estaría doliendo. Si tengo este vaso levantado un día completo el brazo se entumecerá, se paralizará y voy a sentir que el vaso pesa 50 kilos, no lo voy a resistir. Tengan en cuenta que es el mismo vaso” entonces el profesor hace una pausa y dice:

“Señores el peso percibido de este vaso es algo que ustedes pueden aplicar en la vida en muchas cosas” se detuvo y dijo “hablemos de la preocupación, la preocupación es como este vaso, si tú tienes una preocupación y la tienes por un par de minutos, no va a doler, no se va a sentir, se va a ir. Si tienes la preocupación por una hora te va a empezar a doler. Si tienes la preocupación por un día completo te paralizaras y no podrás hacer nada de la preocupación que tienes, entonces simplemente tienes que entender que hay una diferencia entre el peso físico o absoluto y el peso percibido”

Moraleja: Las preocupaciones probablemente no son tan graves como las piensas, existe la realidad y lo que percibes.

¡No te ahogues en un vaso de agua!

Deja que las preocupaciones se vayan, disfruta tú noche, tú día. Mañana será otro día y probablemente la preocupación no va a estar.

Espero que esta historia haya dejado una huella en tu vida. Con cariño Guillermo Zuluaga.

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