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Siempre repito lo que un día leí: “debes amarlos primero y entonces ellos te seguirán” como por ejemplo Jesucristo.
Esto es muy cierto, ahora es muy importante que entendamos que durante nuestro camino como líderes es muy fácil perder el amor que un día ganamos, porque y cómo? Preguntaras tú!.. La palabra clave es lealtad, cuando tu comienzas a construir un equipo desarrollas amor, después confianza y últimamente lealtad; algunas veces el carácter de nuestro liderazgo es joven, inmaduro y egoísta, creemos que lo hemos ganado todo y que ya es nuestro, eso es un gran error y a veces es irreparable. El liderazgo no es una doctrina ni tampoco es el trabajo de una sola persona, el liderazgo no existe sin verdaderos seguidores; en realidad, si tú quieres ser un líder exitoso la relación con tus seguidores debe de ser mutua todo el tiempo, ellos te quieren y tú los quieres, ellos confían en ti y tu confías en ellos, ellos son leales a ti y tu eres leal a ellos! Tu carácter está definido por tu integridad, entonces si tú dices algo asegúrate de representar lo que dices en cualquier lugar, de lo contrario perderás la lealtad, luego la confianza y por último el amor, en el mismo orden en el que los ganaste, y esto amigo mío es una tragedia.
Quiero terminar con esto, en tu camino como líder exitoso valora la lealtad más que la producción! Los líderes verdaderos construyen imperios alrededor de personas leales a ellos. Desafortunadamente la lealtad es algunas veces muy escasa, así que: estudia tu equipo y piensa quienes son esas personas que estarán contigo en las buenas, en las malas y en las peores, quienes son esas personas que te cuidaran la espalda no importa lo que pase! Si crees tener una de estas personas en tu equipo atesórala como tu familia y nunca, nunca la ignores bajo ninguna circunstancia, respétala, amala, confía en ella y recompénsala con tu lealtad!
Saludos
Guillermo Zuluaga
