Esta es la historia de un muchacho, un muchacho adolescente ya listo para emprender su universidad, esa época de la vida en la que hay que tomar decisiones.
Él iba caminando por un parque y hablaba, murmuraba y decía “bla, bla, bla” y paso al lado de una persona, que era una persona muy sabia.
El sabio al escucharlo le pregunto al muchacho “¿muchacho pero que es todo esto que dice?” y el muchacho le responde “Ay que pena que le diga todas estas cosas a usted, pero es que no sé qué hacer, mi papá quiere que sea médico para que herede el consultorio que él tiene, mi mamá quiere que yo sea arquitecto o ingeniero para que trabaje en algo que gane dinero, mi abuela quiere que sea militar, mis profesores quieren que sea otras cosas, mis amigos quieren que sea otras cosas, todo el mundo quiere que sea algo diferente y no sé qué es lo que yo quiero ser, yo sé que esta es una decisión muy importante, pero lo que quiero ser, es algo en lo que este feliz”
El muchacho al finalizar le hizo la siguiente pregunta al sabio “¿Cuál de estas profesiones me va a ser feliz?”
El sabio le respondió “pues ninguna te va a ser feliz”
Entonces el sabio se extendió un poquito en su respuesta y prosiguió diciéndole “te cuento una historia: hace unos años estuve visitando la casa de mi hermana y al lado había una casa en construcción, pase caminando por la casa y lo primero que vi fue que en la parte de abajo había un albañil durmiendo en un árbol, lo desperté y le pregunte “¿oye, que es lo que tú haces?” Y el albañil respondió “no pues yo pongo bloques, pero ahorita estoy aquí descansando porque está haciendo mucho sol, estoy muy cansado y esto es un trabajo muy aburridor” continúe caminando por la casa y había otro albañil poniendo bloques en una pared y le hice la misma pregunta “¿oye, que es lo que tú haces?” y este albañil respondió “pues aquí estoy poniendo todos estos bloques en una pared porque tengo que traer dinero para la casa, porque tengo que mantener a mi esposa y a mis hijos, porque tengo que vivir” continúe caminando por la casa y subí al segundo piso y allí había otro albañil poniendo bloques, a él le hice la misma pregunta” ¿oye, que es lo que tú haces?” y este otro albañil respondió “estoy construyendo la escuela de mi pueblo, porque quiero que sea la más grande de toda la región, porque quiero que nuestros hijos estudien en un lugar donde se van a convertir en el orgullo de nosotros y nos van a traer riqueza, nos van a traer muchas cosas buenas” este último albañil hablaba con pasión, con felicidad de lo que estaba haciendo.
Entonces el sabio le contaba a este muchacho “yo quede con el siguiente pensamiento, estas tres personas estaban haciendo lo mismo, pero uno estaba aburrido con su trabajo, el otro se conformó con lo que hacía y el otro estaba trabajando con pasión”
Entonces para regresar a tú caso “tú puedes estudiar lo que tú quieras, tú puedes ser médico, ingeniero, militar, pero van a haber tres tipos de personas en cada una de estas profesiones y tú puedes ser, o el que esta aburrido siendo médico, o el que está conforme siendo arquitecto, o el que está feliz y está haciendo las cosas con pasión en lo que sea que esté haciendo, no es la profesión lo que te hace feliz, si no es tu actitud hacia la profesión, es como ves las cosas y es como te apasiones en lo que hagas.
Moraleja: La felicidad no es una meta, la felicidad no es algo que tú logres, la felicidad es un camino por el que caminas todos los días, es algo en lo que tú debes trabajar diariamente y si tú no tienes una actitud positiva hacia la vida no vas a ser feliz, si no haces las cosas con pasión y te enamoras de lo que estás haciendo no vas a ser feliz.
¡Puedes hacer lo que tú quieras, pero ser feliz depende de ti! Espero que esta historia haya dejado una huella en tu vida. Con cariño Guillermo Zuluaga