Los Clavos

Esta es la historia de un niño que era muy malgeniado, un niño que cuando le daba rabia se ponía agresivo con los demás.

El papá no estaba de acuerdo con eso y le dijo “hijo, ven que yo quiero hablar contigo, no es bueno que tú te pongas bravo con la gente, que seas agresivo y que los trates mal. Eso es algo muy muy malo” y prosiguió diciéndole “vamos a hacer un ejercicio, te voy a dar una bolsa de clavos, cada vez que tú te pongas bravo con alguien y seas agresivo, vas a tomar el martillo y un clavo y lo vas a clavar en esta cerca” al niño no le importo mucho y pensó “eso está muy fácil, yo no me pongo bravo” como por lo general el bravo siempre lo niega.

Entonces se puso la primera vez bravo y fue agresivo con alguien, entonces fue a la cerca y clavo el primer clavo, en la tarde del mismo día volvió y se puso bravo y agresivo con otra persona y fue a la cerca y clavo otro clavo, después otro clavo, después otro clavo, después otro clavo y siguió clavando clavos y clavos y clavos, de un momento a otro, en un día clavaba menos clavos y llego el momento donde en un día solamente clavaba un clavo, después llegó el momento en que clavaba un clavo por semana y luego un clavo cada mes, hasta que pasaron meses y ya no clavaba más clavos.

Entonces este niño fue y le dijo al papá “papá estoy super contento ya no me pongo bravo con la gente, ya no soy agresivo, ya se me acabaron los clavos” el papá al escucharlo se puso muy contento y dijo “magnífico hijo, ahora quiero que vayamos a la cerca y me muestres todos los clavos”

Entonces el niño llevo a su papá a la cerca y le mostro todos los clavos que tenía clavados, el papá al ver los clavos le dijo al hijo “ahora vas a hacer otro ejercicio, vas a coger este martillo por el otro lado y vas a empezar a quitar clavo por clavo” el papá prosiguió diciéndole “yo quiero que te des cuenta de algo, cada vez que tú quitas un clavo la madera de esta cerca queda con una cicatriz, queda con una marca que tú no vas a poder quitar por el resto de la vida, de la misma forma esas personas con las que te pusiste bravo con las que te pusiste agresivo, tú les dejaste una marca que así tú les pidas perdón, esa marca no la vas a poder borrar nunca, va a ser una cicatriz en la vida de ellos”

Moraleja: Piensa que cada vez que tú tratas mal a alguien o haces algo mal con alguien, le estas dejando una cicatriz que nunca podrás borrar.

Espero que esta historia haya dejado una huella en tu vida. Con cariño Guillermo Zuluaga.

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