El Perro

Esta es la historia de un señor que tenía un perrito, el señor estaba sentado y el perrito en ese momento estaba acostado en el piso de madera.

Llego un amigo del señor a conversar con él y en ese momento el amigo le empezó a preguntar al señor “oiga ¿su perro por qué se queja tanto?”  mientras tanto el perrito maullaba y se quejaba y se quejaba y se quejaba.

El señor le respondió “es que tiene un clavo debajo, esta acostado encima de un clavo” y el amigo muy asombrado le dice “¿y por qué no se levanta el perro?” y el señor que es un poco sabio le responde “es que es sencillo, el clavo es lo suficientemente fuerte para que le duela para que se queje, pero no es lo suficientemente fuerte para que se levante”

Moraleja: Tal vez tú has pasado por esto, que nos acostumbramos a estas situaciones.

Todas las personas tienen un clavo y prefieren quejarse en vez de levantarse “ay es que no me gusta este trabajo” “ay es que mi jefe me regaña” “ay mi jefe no me quiere” “ay no gano lo suficiente “En vez de quejarse levántese y busque otro trabajo ¿estoy en lo cierto o no?

Todo el mundo tiene un clavo, así como el perro de la historia que se queja y se queja.

¡Qué tan fácil es levantarse y quitarse del clavo!

¡No nos acostumbremos a ese clavo, más bien levantémonos y no nos quejemos tanto!

Espero que esta historia haya dejado una huella en tu vida. Con cariño Guillermo Zuluaga.

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